jueves, 21 de mayo de 2009

Transformación

De oso pardo...



Después de un largo periodo de hibernación llega el momento de desperezarse. Mis amodorrados sentimientos empiezan a despertarse y se quitan las legañas del olvido, mis labios entumecidos comienzan a relajarse y a dejarse llevar y mis aletargadas sensaciones resurgen y se encuentran otra vez a flor de piel. Poco a poco vuelvo a creer, a sentir, a reír, muchas cosas vuelven a cobrar un sentido especial y mi corazón vuelve a latir a un ritmo normal. He recuperado las fuerzas necesarias para tirar para delante y seguir y seguir y seguir…

Tras éste último despertar y por tu culpa, he mutado y me he convertido en un oso polar, así que de momento, no volveré a hibernar. Tengo suficientes reservas almacenadas como para aguantar despierta numerosos inviernos. Pero eso sí, tengo que perfeccionar mi abrazo para que no te escapes tan fácilmente.




... a oso polar