martes, 27 de enero de 2009

Mi novio del metro


Identificado por ser alto, moreno, y del Athletic de Bilbao, a todas horas. Unido a una mochila gris o una bandolera negra, dependiendo del día. Cubierto por polos, vaqueros y una cazadora gris, generalmente. Y acompañado en su viaje por el Qué, el 20 minutos o “Espejos” de Eduardo Galeano, en función de sus ganas de ausentarse del mundo. Así es mi novio del metro.
Es todo lo que se de él. No tengo ni idea de a qué se puede dedicar, ni se a ciencia cierta a qué quinta pertenece. Sólo me queda presuponer su color favorito, sospechar su estado civil y figurarme su horóscopo.
Lo que sí se, es que cada mañana que coincidimos me alegra la ida al trabajo. Veinte minutos en los que sin ser consciente, es capaz de dibujar en mi cara una sonrisa y amenizar un trayecto rutinario que cambia de color cuando él entra en el vagón.
¡Gracias Aitor! (por llamarte de alguna forma…)

Ilustración de Fernando Vicente

jueves, 15 de enero de 2009

Don Julián



Capa y sombrero reforzaban el semblante serio y apuesto de Don Julián. Su intensa mirada era capaz de atravesarte aunque simplemente le miraras de reojo. Ese aire chulesco le hacía portador de un gran atractivo, él lo sabía y sabía cómo utilizarlo el muy condenado. Si le mirabas directamente a los ojos estabas perdida, le envolvía un halo de misterio capaz de despertar la curiosidad más adormecida y cuando te embaucaba con esa verborrea digna de todo un galán ya no había vuelta atrás.
Acababa de llegar al barrio y, como era de esperar, no había pasado desapercibido a los ojos de nadie. Ellos le miraban con recelo, con la sensación de quien observa a un futuro rival y ellas con cautela, bajo la desconfianza de quien presupone que podría terminar cayendo en las redes de tan gentil caballero.
Así que, entre unas cosas y otras, sólo se tenía a sí mismo, pero eso no le importaba.