
Si tenemos en cuenta que la noche es oscura y el día claro, podemos investigar por qué el negro y el blanco son tan importantes en nuestro particular círculo cromático.
Tú eres alto y yo bajita, pero la distancia no importa. Eres el primero de mi fila y yo la última de tu lista. Mi espera te impacienta y tu descaro me ruboriza. Te pones feo cuando me perturbas y yo embellezco cuando te sosiego.
La verdad es que tu desconocimiento provoca la mentira en mi imaginación.